15 septiembre 2006

De bares por Sevilla (I)

Arranquemos este recorrido por las barras que más venero de la ciudad en Santa Catalina, en las mismas puertas del Tremendo. Veo complicado que alguien que lea este blog no lo conozca, pero por si se diera el caso les diré que es ese bar ante el cual, haga frío o calor, verá un grupo de gente variopinta y diversa que conviven amigablemente al amparo dichoso de la que quizás sea la mejor cerveza de Sevilla. Si no tienen plan para una noche en la que les apetece salir, pásense por allí, tómense un par de ellas y las ideas se les refrescarán (nunca mejor dicho).
Muy cerca del Tremendo está el Rinconcillo, templo del coronel y la pavía. Debe ser que lo llevo en la sangre, que el tinto y el buen comer son dos de mis grandes debilidades y que las paredes de esta santa casa, fundada en 1670, atraen a los cofrades de tal forma que pocos que se precien de serlo no han tertuliado entre ellas, el caso es que cada vez que entro en él lo hago a empujones para terminar saliendo cuando las persianas están bajadas, el suelo barrido y Fernandito se ha quitado la tiza de la oreja. Por si acaso nunca vayan con prisa.
Otros bares de estos contornos que merece la pena visitar esporádicamente son: los Claveles, la Giganta, la taberna de Pepe Peregil y, algo más alejados, el Rincón del Tito y la antigua Bañera de Alcázares esquina con Santa Ángela. Tampoco dejen escapar el placer de beberse un botellín fresquito de la tienda de Joaquín, en San Juan de la Palma y si es en la mañana de la mudá del Herodes, o en la del mismísimo Domingo de Ramos, aún mejor.
Continuará...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y aunque ya no esté abierto, qué gran bar el Doña María con sus churrascos con salsa alioli (ali oli oli oli oli olé ...)!!!

Enrique Henares dijo...

Sin duda esa fue una gran pérdida, qué buenos ratos vividos en ese bar!! Vuelve Joaquín!!

Reyes dijo...

¡He vuelto!, yo también pertenezco al habitat tremendil, y soy de las de la mudá del Herodes, y de Amalia, y de la giganta, y del rincocillo y de etec, etc, etc.
Seguro que si nos vemos, nos conocemos.

Porveni dijo...

Que me vas a decir a mí! No hay mejor ruta que esa de empezar con una "fresca" en el que para muchos es el templo de la cerveza sevillana, el Tremendo (y más si es en un mediodía soleado) seguir con un buen tinto en los Claveles (con ese incombustible cuadro del Señor de Sevilla) y terminar en el Rinconcillo con olores mezclados de Pavía y chacina extremeña... puedo decir que Sta. Catalina es otro de "mis barrios".

Kiski dijo...

Quizás no.

La mejor cerveza de Sevilla se bebe en el tremendo, esas cosas se tienen que afirmar categóricamente.

Un Saludo