26 septiembre 2007

Desde mi azotea (a Glauca)






Atardece un miércoles de principio de otoño en la azotea de mi casa, en la calle Águilas, muy cerca de la Alfalfa. La temperatura es perfecta y la vista mucho mejor de lo que recordaba. Qué poco aprovechados están estos espacios, al menos por mí y pienso que por todos los que vivimos en un bloque de pisos junto a muchos otros vecinos.
Pese a que en la collación de San Nicolás se han restaurado y elevado muchas viejas casas -como la que frente a mi balcón, en Almirante Hoyos, me privó de la visión diaria del Giraldillo- he logrado encontrar un lugar desde donde retratar, sin apenas trabas, nuestra torre madre y algo de Catedral. La recién restaurada cúpula del Salvador, la de San Alberto junto a su torre, la espadaña de Santa Cruz o la torre de San Bartolomé, perdida entre azoteas, rodean esta visión central.
Hacia la fachada principal, la torre de San Pedro parece juguetear con el Alamillo. En su entorno se observa la de los Descalzos y más cercanas que ninguna las de San Ildefonso, con ese aire colonial que las caracteriza. Águilas abajo se adivina la pequeña torre de San Esteban; más al fondo Nervión y sus altos edificios sobre los que se eleva la luna llena.
Sólo falta que un día aprenda a hacer fotos. Mientras os cuelgo algunas. Ni que decir tiene que quedáis invitados a contemplarlo en vivo.

21 comentarios:

Reyes dijo...

Que envidia me das, amigo.
Tengo un sueño por encima de todos, y es envejecer leyendo entre macetas y sonidos de campanas en una azotea con una vista así.
Y tus fotos son maravillosas.

Subiré a mi azotea, urbana total, pero con una vista "Centenaria"...

Enrique Henares dijo...

Las campanas son mi gran tesoro. A veces estoy estudiando, leyendo, o simplemente despertando y las escucho tañir. Muchas veces por tratarse de un hecho tan cotidiano desde mi infancia apenas lo advierto, pero cuando logro hacerlo me siento el sevillano más privilegiado del mundo.

Finidiblanco dijo...

Ahhhhhhhh, estaría horas ahí tirando fotos.

Anónimo dijo...

Eres un privilegiado amigo.
Tu no ves la ciudad soñada por todos nosostros, tu vives dentro de ella.
Desde nuestras respectivas azoteas parece que el tiempo no pasa pero la tuya tiene el don de haberlo retenido.
Para mi es un honor que el nombre de mi niña haya quedado ligado a tu azotea.
Muchas gracias Pregonero

el aguaó dijo...

Impresionante. Amigo tienes unas vistas dignas de mirador de pago. Son preciosas.
En la primera la Giralda emerge enhiesta como si de un estandarte o bandera se tratara. Y así es.
La segunda fotografía también es preciosa, y la cúpula del Divino Salvador ha adquirido otro perfil gracias a la restauración.
Como bien dices, la torres de San Pedro parece jugar con el puente del Alamillo, la construcción más alta de Sevilla, pero que aquí parece agacharse ante el campanario que vio bautizar a don Diego.
La imagen de San Ildefonso es mítica. Me ha encantado.
Preciosa también la última, donde aparece la luna 'tendida' en esas azoteas que enmarcan Nervión.

Enhorabuena amigo. Tienes grandes vistas desde tu casa.

Amiga Dama, creo que tu y yo vivimos más cerca de lo que creemos.

Un fuerte abrazo.

Alberto Ramírez Jiménez dijo...

Afortunado tú, querido Pregonero, por las vistas que disfrutas a diario, por el domicilio que habitas. Es mi ilusión, y siempre lo ha sido, tener un piso, aunque sea minúsculo, en el centro de la ciudad que hoy vienes a pregonarnos desde tu azotea.
Yo desde la mía sólo puede ver Persan,el poligono industrial "El Pino", un hotel mastodontico que han hecho junto a mis pisos y la carretera que va hacia Alcalá de Guadaira. Sólo en los dias claros puedo percibir el enhiesta de nuestra torre más universal.
Lo de oir las campanas debe ser una gozada. En mi caso, que tengo la parroquia a un paso, ponen un megáfono con música que invita más a seguir durmiendo que a asistir a misa de domingo; pero para misas prefiero peregrinar a la Calle Feria, a las plantas de mi Virgen del Rosario.

Saludos y sigue disfrutando, tú que puedes, de estas visiones que para otros son espejismos y utopías.

Enrique Henares dijo...

Me alegro de que os haya gustado la entrada. Si vuestra ilusión sería poder disfrutar a diario de estas vistas la mía es conservarlas, si no estas parecidas, el día que me toque salir de casa de mis padres.
Corrijo la referencia a la última foto: la torre tras la que la luna se eleva sobre Nervión es la de San Esteban, no la de San Benito.

bogar dijo...

Con permiso querido pregonero:No soy nadie para hacerlo,pero lo voy a hacer.Recomiendo el articulo de Antonio Burgos en ABC de hoy,en memoria del soldado muerto en Afganistan.Gracias,perdón y saludos

Enrique Henares dijo...

Sí señor, excelente. Quien lo quiera que me lo solicite y se lo envío, lo tengo en el correo.

del porvenir dijo...

No alcanzo a ver la sexta planta de cierta casa... je, je

Javier Arias dijo...

Artista, al fin aprendista a subir fotos!!jejejeje Un abrazo

naranjito dijo...

Menos mal que has hecho fotos desde la azotea porque si te llegas a dedicar a hacer fotos a pie de calle en la zona de la Alfalfa te puedes echar a llorar.

Redzarei dijo...

La verdad es que nuestras propias azoteas son muchas veces grandes desconocidas para nosotros mismos. Tengo la suerte de vivir justo en el borde del casco antiguo y que las casas de delante sean mas bajas, con lo cual veo casi todas las torres del centro y muchas de las de alrededor (San Benito, San Bernardo...)y es una vista maravillosa, sobre todo a esas horas en las que se pone el sol. Un gran recuerdo.

PD: Como se te nota la militancia "del Porvenir"...

Enrique Henares dijo...

Dejemos las puyitas políticas que es un tema muy bonito. En cualquier caso, señor redzarei, me alegro de que sea un defensor de que las casas bajas, en muchos casos catalogadas, lo sigan siendo. No esperaba otra cosa de usted.:P
Pd: ya sabía subirlas, pero era por no eclipsar tu blog..., jeje!!;)

Híspalis dijo...

Claro que son bonitas las vistas. Yo no tengo esas vistas pero sí tengo el enorme privilegio de haberme construido mi propia casa en el centro, rodeada de iglesias, calles empedradas, balcones que cada primavera ven pasar a Dios cargado de una cruz... En fin, en cuanto tenga tiempo también subiré a mi azotea, tomaré algunas fotos y os la mostraré porque no hay cosa más bonita que compartir con los amigos tus propias alegrías, como en mi caso: vivir en el centro de Sevilla.

María_azahar dijo...

La verdad que sí que es una envidiable vista de esa parte de la Sevilla mágica y siempre desconocida que tanta historia secretos, leyendas, tradiciones y sueños de noches de verano -o ya de otoño- guarda celosa, y que gracias a tus fotos podemos hacer realidad los demás al menos en las retinas.
Tiene que ser una maravilla poder divisar desde esa azotea el paso de los siglos, los distintos estratos e imaginarse las gentes que pasaron por esas calles del corazón de la ciudad. Gracias por traernos esas maravillosas vistas, Enrique.

El comentario de Aguaó me ha recordado estos versos del poeta sevillano Fernando Ortiz del poema "La azotea" que os quiero dejar aquí:

“Qué alto yo de muchacho
en mi azotea tan alta
entre las enhiestas torres
y gráciles espadañas,
los esbeltos campaniles,
el azul de la mañana
y el vuelo de las cigüeñas
surcando la tersa calma.”


Saludos a todos.

Charo.

Reyes dijo...

He leido tu artículo del retablo de Santa Ana.
Enhorabuena.

Enrique Henares dijo...

Muchas gracias. A ver si mañana me llego al periódico, recojo un Triana-Los Remedios y veo que tal ha quedado.

Caridad en el corazón dijo...

Amigo pregonero me han gustado mucho sus vistas desde su azotea. Algú día le pediré que me deje subir para completar mi colección de fotos de las vistas del sky-line de Sevilla o también denominada quinta fachada. A cambio le daré unas pequeñas lecciones de fotografía. (je,je,je)

En mi blog puedes contemplar las fotos de la giralda que realizé desde mi ático de la oficina. Desde allí escucho todas las mañanas y tardes las campanas de la Giralda. Bueno últimamente, no suenan mucho, pues alguién ha denunciado al cabildo catedral por exceso de ruido. (El último que llega siempre se cree con el máximo derecho)

Las vistas desde la terraza de mi casa son también maravillosas con la torre de San Martín y sobre todo la espadaña del antiguo convento de Monte-Sión donde anida una familia de cigueñas que parten todas las mañanas hacia Doñana y vuelven al atardecer. Y el placer de poder disfrutar del vuelo rasante del cernícalo, ave rapaz en especie de extinción.

Porveni dijo...

Hace ya años subí a esa azotea y me quedé un poco impresionado por lo cerca que se veía la Giralda, parecía que casi podías tocar el giraldillo, suerte que tienes amigo.
Me encantan estas vistas de la ciudad, y aunque un poco más lejos, desde mi azotea también se ven muchas torres y nunca me canso de adivinar a que iglesia pertence cada una, por cercanía San Román, Sta. Catalina, los Terceros, San Marcos...campanarios legendarios.

MAPP dijo...

Pregonero, no recojas UN ejemplar del TRIANA-LOS REMEDIOS, coge al menos dos... Y un par de boletines de la Patrona. Tú sabes.

Un abrazo.