06 junio 2007

Las dos tardes del Corpus

Mucho se habla de la mañana, temprana y encantadoramente templada en sus horas primeras. Mañana de calles alfombradas de juncia y de romero; mañana de señoras mayores luciendo sus mejores galas; de trajes de chaqueta, saludos, desayunos e incesante repique de campanas que desembocan en las horas de sol y de calor; de cervezas y tapas en la Alfalfa o Santa Catalina.
Mucho se ha dicho de la procesión y de sus pasos, de las del Señor de la Cena o la de la Hiniesta Gloriosa, que desde hace algún tiempo son antesala y epílogo de la fiesta. Pero, sin embargo, bien poco suele hablarse de las dos tardes que enmarcan este Jueves que brilla más que el astro rey.
La primera, la de la víspera, es quizá más concurrida que la propia celebración. Tarde sudorosa, de ajetreo priostil por la calle Francos; atardecida sevillana, con hechuras de noche esperada. Toda la ciudad paseando su centro conquistado. Altares, escaparates, comentarios, reencuentros, eterna sensación de que todo se repite conforme al guión preestablecido mentalmente. Bares repletos y Catedral secreta donde se ponen flores y cirios.
La segunda es distinta pero igualmente hermosa. Tarde desconocida y callada en la carrera del Corpus, calles vacías cuando se han terminado de recoger los efímeros monumentos que honraron a Dios. Cera gastada y romero pisado, agobiante sudor, tambores de las Cigarreras y largas cuentas en las barras del Rinconcillo y los Claveles.
Pasan las horas y se acrecienta la sensación de que ayer, cuando paseábamos la ciudad, aún era primavera y que ya hoy es verano, verano de Sevilla, tan detestable como encantador.
La ciudad parece respirar allá en la Maestranza, o en la plaza de San Francisco, donde vuelven a sonar los tambores, pero sigue apoderando al paseante esa sensación de casa señorial a la hora de la siesta.
Sevilla, en duermevela, sueña como una elegante y clásica atardecida de paseo se hizo mañana grande y, en sólo veinticuatro horas, humilde y solitaria tarde del estío.

22 comentarios:

el aguaó dijo...

Realmente se me presenta como bien dices querido Pregonero. Es una sensación parecida a la de una gran tormenta. Calma, luego nerviosismo de lo que está por venir, las nubes se mueven inquietas y revolotean de un lado a otro conglomerándose, para posteriormente dejar un silencio plasmado en una quietud vacilante de aquello que está por llegar, eclosión de lo que se esperaba y por último, calma de nuevo.

Así pues: calma que se va transformando en jolgorio y nerviosismo de la tarde que precede, luego llega la noche que vuelve a transpirar tranquilidad, para que por la mañana temprano todo se haga fiesta, y Sevilla salga a la calle y el sol lo bañe todo con su presencia. Por la tarde: calma de nuevo. Y como bien dices, llega el verano.

La verdad es que hace muchísimo tiempo que no veo el Corpus. Quizás vaya siendo hora de renovar viejos recuerdos.

Un fuerte abrazo amigo mío.

Anónimo dijo...

Mañana al pasar por Sevilla me acordaré de la colosal Custodia a su entrada en la Catedral, entre espigas y ramilletes de uvas, del sonido de las campanas, y de las nubes de incienso junto con el aroma a romero y tomillo que alfombran el paso de la procesión.

Y recordaré la Bula papal del siglo XV, que esa preciosa ciudad tiene concedida para ese día:«Canta la Fe, danza la Esperanza y salta de gozo la Ciudad».

Enrique Henares dijo...

Querida chiqui, qué alegría verla por aquí de nuevo.

Anónimo dijo...

Va a ser después de muchas años que me lo voy a perder por cuestiones laborales.Me va a entrar la nostalgia al recordar la mañana del Corpus.

Lucía dijo...

Verdad, que las dos tardes (pre-post Corpus) son desconocidas para la mayoría. Pero hay que reconocer que los estudios y la climatología no ayudan...

Enrique Henares dijo...

No me hables de estudios que estoy en crisis este cuatrimestre...

Anónimo dijo...

He tenido que quedarme en casa esta tarde, una pena. El año pasado la disfruté´, pero en fin, quizas el que viene.

Reyes dijo...

Mi Corpus es básicamente tradicional, e intento que mi niño lo viva igual, pero indudablemente lo que más me gusta del día son "las cuentas largas del Rinconcillo y los Claveles".
Que disfrutes.

Enrique Henares dijo...

Dama, nos han fallado los cálculos, los Clavles cerrado y el Rinconcillo con la gente saliendo por las ventanas, ha habido que conformarse con la Giganta...

Javier Arias dijo...

Recuerdo la tarde pre corpus que vivi en plena calle Francos montando el altar de mi Hermandad. Son instantes que no se te olvidan...

Un saludo

Tertulia Cofrade "Al Cuadril" dijo...

Magnífica mañana de Corpus y posterior mediodía acompañando al Señor de la Sagrada Cena en su regreso a Los Terceros.

Tertulia Cofrade "Al Cuadril"

Anónimo dijo...

Muy buena mañana de Corpus que ya me tocaba vivir de nuevo, parece que el tiempo se detiene y que todo sigue siendo igual tras varias décadas, no puede faltar esa reunión de amigos tomando una cervecita y viendo pasar el Señor de la Cena en medio metro cuadrado buscando algo de sombra, porque ya está aquí el: "ojú que caló"

Caridad en el corazón dijo...

Querido pregonero permitame recordarle una pincelada a esas tardes de Corpus, que eran las noches Sacramentales con nuestro querido Criado a la cabeza. Esperemos que con la apertura del Salvador se puedan volver a repetir, ya veremos lo que opina la Mitra.
En estos últimos años se ha incrementado el público en la noche de visperas frente a la mañana de Corpus. Por la noche el tiempo es más fresquito y la cerveza le gana el pulso a los churros; y sin recordar el madrugón matutino después de haber estado hasta tarde. Sin embargo, me sigue gustando más la procesión; a pesar de que cofradía matutina no es de mi devoción.

Reyes dijo...

Pregonero, El Tremendo no cierra....

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

a esa segunda y evocadora tarde de estío, le pone la Hiniesta una corona de góticos imperiales al cielo pintado de amatista. Un abrazo.

Manolo Ruiz. dijo...

Yo me tome un pavia y una cervesita en el Rinconcillo pero tempranito antes de que llegara la masa

Les Corts dijo...

Querido pregonero:

Yo aún estoy con los efectos post-Corpus, a saber : pies reventados, riñones doloridos, cuello rozado por las camisas y moreno sólo en la cabeza. Cuando eres hermano de la Hiniesta la relación con el Corpus es de amor-odio, ya que el palizón que te pegas es de "cuidao".

El miércoles, con la calor sales de San Julián a las ocho para llegar (con la misma calor) al ayuntamiento a las doce (eso sí, con la remodelación de la freiduría La Isla,haces el camino con mayor ilusión). Después de llegar a casa a las tantas y "reventao" te levantas pronto, vuelves al centro y no paras hasta que Cigarreras deja de tocar (con más calor que el día anterior), aunque siempre te queda la primera cerveza con los Villanueva en la Mina.
Luego vuelves a casa para ducharte y cuando estás medio "atontao" en el sofá con el aire acondicionado, tienes que volver a ponerte el traje y ¡otra vez para el centro!, para acompañar a la Virgen a San Julián (nunca entra antes de las doce).
Asi que como comprenderás, querido amigo, ¡no sabes lo que envidio a los ateos la semana del Corpus!.

Un fuerte abrazo.

Enrique Henares dijo...

Me extrañó no verle ayer, ni a mediodía por la Mina ni por la noche, cuando acompañé a su Virgen desde San Pedro hasta el León de San Marcos.
Por cierto, el paso de la Hiniesta está cada año más rematado, me encanta, como todo lo de esa hermandad.

Kiski dijo...

verano de Sevilla, tan detestable como encantador.

Detestable sí, encantador nada.

Un saludo

Enrique Henares dijo...

Tiene su punto, aunque bueno en los toros en la Feria de Almería se tiene que estar mejor, sobre todo a la hora de la merienda.:)

bogar dijo...

Querido pregonero:Me tomo el atevimiento de hacer el siguiente comentario.
Tengo la costumbre de ir todos los viernes a ver a Ntra Sra de la Ezperanza Macarena y luego al Señor.Le rezo junto con mi señora a la Virgen y luego vamos andando por calle Feria,Antonio Susillo hasta llegar a la Alameda.Esta semana me fué imposible ir el viernes y he ido hoy sabado.Maldita la hora,cuando llegué a la Alameda sobre las 10 de la mañana,parecia que entraba en Sarajevo en tiempos de contienda.Habia montones de "litronas",vasos y bolsas de plastico tiradas por el suelo,parecia que habia pasado el caballo de Atila.Me comentó mi mujer que si no habia entrado en vigor la ley antibotellona,y le comenté que si pero que supongo a lugares tan progres como la Alameda donde vive la Sra. Garvin pues me parece que no.La foto del anterior articulo en la que se ve al Sr.Monteseirin con esas peculiares gafas ha cambiado en que el Sr. Alcalde se habrá puesto lentillas o se habrá operado pero sigue sin ver la realidad de Sevilla o solo vé de Puerta Jerez a Plaza Nueva y las catenarias no le dejan ver los problemas de nuestra ciudad.Me gustaria que si teneis la oportunidad pasaais por la Alameda la semana que viene para saber si la cosa ha cambiado.Gracias y perdón por la intromision

vicenteeldelasalmendras dijo...

Estimado Bogar:
Yo he pasado esta mañana por la Plaza de Tienamen, perdón, por el Cementerio de Arlington ( han visto los lápidas alrededor de toda la plaza), perdón coño por la Alameda, y sigue la misma vergüenza, acrecentada por las impresentables farolas-fideos y esa hendidura en el asfalto que no se para que sirve a la altura de la entrada de Trajano. Todavía había gentuza ( perdón alternativos) tirados por el suelo con sus perros-mascota vagabundos y sus bicis al lado. Penoso espectáculo.

¿ A alguien de los más viajados que entran por aqui y que me consta que son muchos les entra en la cabeza que en cualquier sitio de Europa hubieran hecho esto en alguna de sus plazas en el centro de la ciudad?

¿ No hubieran convertido este sitio en un lugar con sus parterres, sus cafeterías de categoría con veladores de categoría,y en este caso con su albero tan sevillano y no esas losetas que cuando he venido de vuelta al mediodia quemaban los pies?

En fin, no me quiero liar como en la anterior entrada al blog, pero hay cosas que es que son indignantes. Y lo malo es que irá a peor. Por desgracia.