14 agosto 2009

Tres retablos agosteños


Sevilla, 5 de agosto de 2009: Noche cerrada y calurosa. Oscuridad absoluta. Por el patio de la Facultad de Bellas Artes resuenan versos de un poeta nacido en San Lorenzo. Acabamos de visitar por vez primera su tumba, en el Panteón de Sevillanos Ilustres, donde nos hemos topado –entre otras muchas- con la de la Fernán Caballero (escalofríos a sabiendas de sus apariciones fantasmagóricas por aquellos lugares). No sólo las musas y la mejor literatura romántica se dan cita en la que fuera vieja Universidad a lo largo de la hora y cuarto de espectáculo, también lo hace mi habitual reflexión en torno a lo mucho que me hace disfrutar el teatro y las pocas oportunidades que tengo de acudir. Además, por si fuera poco, la experiencia me ha animado a redescubrir a Bécquer en estas largas tardes estivales.
El Puerto de Santa María, 7 de agosto de 2009: Va cayendo lentamente la noche sobre la que los cursis y el impresentable de su empresario gustan llamar ahora “Plaza Real”. A Morante le acaba de pegar una cornada en el muslo un sobrero colorao de Mari Carmen Camacho con el que estaba impregnando del barroquismo más puro la templada brisa gaditana. Hasta el traslado a la enfermería es una estampa antigua y llena de sabor en este torero de la Puebla. Le llevan en volandas auxiliares y compañeros, entre los que se esconde El Juli vestido de calle. “Santa Marta taurina” ha titulado mi amigo Ernesto Naranjo –su autor- a la curiosa estampa. Dentro operan al torero artista; fuera Manzanares da una lección de temple y de valor sin aspavientos. Tío José vuelve a hablar desde su azulejo de la Puerta Grande...
Sevilla, 12 de agosto de 2009: Visión lejana de la Virgen en su palio de tumbilla desde Mateos Gago, donde hemos parado a refrescarnos. Como cada año, gustamos de acudir una noche al final de la Novena. Ya no se abren todas las puertas de la Catedral y el movimiento de los abanicos es más intenso. Acaba el culto tras el canto del Himno; la Reina de Reyes recoge las plegarias de todo el que se acerca hasta sus plantas. Hay una señora junto al Altar Mayor, cubierta por un velo negro, que le reza desde la distancia. Otras tantas se acercan al vicario general que, ropajes sobre el brazo, acaba de salir de la sacristía; le preguntan por qué no ha hablado el cardenal aún estando presente. Si no fuera por esos horribles cordones de seguridad que acaban de abrir todo lo descrito se podría situar en las naves catedralicias de la Vetusta de Clarín.
Mañana es 15 de agosto. El Blog de Pregonero cumple tres años de existencia.

5 comentarios:

La gata Roma dijo...

Que día mas sevillano para empezar un blog, si señor, aunque por otro lado, era lo esperable.
Algún día te contaré porqué la Virgen de los Reyes me acompaña desde que nací….
Sobre tu verano taurino no te digo más nada porque me da envidia.
Kisses

Rubita de la Plaza dijo...

Bellos retablos esos que ha plasmado con su paleta de sevillanos tonos y pinceladas de pellizco que agita las entrañas sin clara explicación. Bonitos recuerdos de este agosto que se me va más lleno de sueños (incluidos los de Segismundo en la Buhaira) que ningún otro...

Anónimo dijo...

Eso de los días sevillanos es para partirse en dos y salir corriendo pa Tablada.

¡Ay estos pijos reconvertios o eran hippies de temporada!

Rubita de la Plaza dijo...

Los anónimos deberían irse pa Tablada, sí señor, con eso aquí en el centro nos quedamos más fresquitos y desahogados. Que cada quién disfrute de lo que le guste que pa eso se inventó la libertad y la tolerancia, esas dos palabras que llenan tantas bocas hipócritamente...

Enrique Henares dijo...

Por qué los comentarios impresentables siempre los hace un anónimo??

Enhorabuena amigo, espero que se haya desahogado. Ah y quédese en Tablada que aquí, ni que decir tiene, que sobra.