21 mayo 2007

Impresiones rocieras

Pocos son mis recuerdos en torno al Rocío, pero he de reconocer que, al contrario que la Feria, es algo que me llama la atención y que me gustaría vivir de cerca en un futuro no demasiado lejano.
Hasta hace unos diez años ni siquiera conocía la Aldea. Nunca había visto la Virgen en directo y para mí el Rocío eran unos cohetes, un jueves por la mañana muy temprano, que parecían metérseme en la cama antes de levantarme para el colegio.
Años más tarde, tras un breve camino desde Hinojos, visité la ermita por vez primera; descubrí las carretas el día de su salida, escapándome de clase en el instituto o, poco después, abandonando los apuntes sobre la mesa de la biblioteca. También conocí el regreso de los rocieros de Sevilla, los más cercanos a mi casa, de los de Triana en alguna que otra ocasión e incluso de los de Sevilla Sur, que nunca olvidaré como me sorprendieron una tarde corriendo por el Parque.
Pero, quizá porque es la de mis tíos y la de mucha gente que conozco, es la Macarena la hermandad que siempre me ha atraído más. La corporación de San Gil tiene algo que admiro en muchas hermandades de nuestra Semana Santa, sin ser antigua tiene tanto sabor que lo parece.
Poco más puedo añadir de algo que sólo conozco a través de breves paradas camino de la playa o de dos días puntuales: un lejano Lunes de Pentecostés y un Domingo de regreso de la Virgen desde Almonte envuelta en su guardapolvo.
He mamado y vivido muy poco Rocío, pero como os decía tengo pendiente conocerlo y a buen seguro disfrutarlo. Cada año me siento más seguro de ello cuando, en la misa televisada del Domingo de Pentecostés, me vuelven a emocionar aquellas sevillanas de Muñoz y Pabón a esa Virgen que "no es obra humana/ qué bajó de los cielos una mañana..."

16 comentarios:

el aguaó dijo...

Mi caso es similar al tuyo, querido amigo. Me encuentro en una situación completamente opuesta a la Semana Santa. Mientras que ésta última la he vivido y mamado desde que mi madre me parió, jamás he ido al Rocio. Sé que estas palabras pueden ser extrañas para muchos amantes de las fechas que se acercan, e incluso algunos podrían tacharme de ignorante, y realmente es así, ya que no conozco ni la ermita de Almonte ni la Virgen del Rocio. He visto en muchas ocasiones las salidas de Hermandades, cargadas y rodeadas de rocieros que las acompañan para hacer el Camino, pero reconozco que nunca lo he hecho y que no conozco ese rincón tan famoso de Andalucía.

Asignatura pendiente que algún día espero aprobar.

Un fuerte abrazo.

Caridad en el corazón dijo...

Querido amigo para mi el Rocío es algo entrañanble, pero mi percepción es más de rociero de ciudad que de campo. De ciudad pues de pequeño recuerdo como mi abuela nos subía en el murete de la iglesia de San Jacinto para ver salir Triana, y es que ese día no se iba al cole. Después como se montaban las carretas de bueyes en el antiguo solar de la calle Evangelista donde se montaba el cine de verano y al cual se tenía acceso desde la casa de mi tío.
Luego cuando llege al instituto Velázquez el día de la Salida del Salvador se dejaban las carpetas en la banca y nos íbamos a ver al Nano (hijo del dueño del Amarillo Albero) y otros compañeros.
Ya con más edad íbamos en el coche el sábado a hacer el último trecho y la presentación con Triana a la aldea y nos volvíamos por la noche. El lunes solíamos ir a las nueve de la mañana, se aparca estupendamente, no hay tráfico, y todavía quedan muchas horas de procesión sin el agobio de las primeras horas.
Aunque he hecho camino en el primer día con Triana hasta la pernocta no he podido hacer nunca el camino y es la espinita que tengo clavada, espero que algún día se cumpla. Y es que nunca es tarde, mis padres llevan dos años jubilados y desde entonces no faltan en su cita con Sevilla Sur.
De entre mis carretas preferidas la de Triana (que maravilla de simpecado y que sabor de carreta), el Salvador, la grandiosidad de la Macarena (magnífica carreta y simpecado excepcional),Sanlúcar; pero sin duda siempre hay que nombrar el magnífico cajón de Umbrete, carreta añeja y eterna al tiempo.

Caridad en el corazón dijo...

¿Qué os parece el proyecto de las nuevas figuras para el misterio del Señor de las Penas?

Por cierto, para todo el que no lo sepa, el Zapatero de Triana no es el que da los mítines, es quién Todo lo puede y mueve nuestra Fe.

Zapatero de Triana es el que va trianerando por Sevilla.

bogar dijo...

Querido Pregonero:No quiero pecar de vanidoso,pero voy a hablar con conocimiento de causa.Al Rocio con todo lo que conlleva,se le quiere tal como es o se le "odia".Llevo casi 20 Años haciendo el camino con la hermandad de Triana y las vivencias son cada año diferentes.A cuantas personas has escuchado decir que la Semana Santa es siempre lo mismo y cada año es diferente.Pues pasa igual con el Rocio.Hay mucha gente que lo critica por sus formas pero pasa lo de siempre,no nos quedemos en lo superficial.Cada uno tiene su Rocio,como cada uno tiene su Semana Santa o su Feria.Hay una sevillana muy antigua que dice:No beses mas la medalla si de veras no lo sientes que no engañas a la Virgen aunque engañes a la gente.Para mi ser rociero es algo mas que hacer el camino,es sewr buena persona y buen cristiano los 358 dias restantes del año.Habrá muchisimas personas que solo vean los programas del corazón en que solo sale lo negativo,pero ya te digo es muy dificil que los que no lo conocen hablen bien de el,porque se quedan en la fiesta y el folklore,pero el Rocio no existiria,sino estuviera la Virgen en la Ermita que me parece que no es poco.Yo no quiero convencer a nadie pero me gustaria que se respetara las formas que cada uno quiera encauzar su fé.Me despido hasta la vuelta y cuando vuelva faltará una semana para el Corpus que tampoco es nada que no haga aumentar nuestra fé en Dios Padre,Dios Hijo y en su bendita Madre.Un abrazo para todos

Anónimo dijo...

Nunca he ido al Rocío. Mi desconocimiento es total pero me produce un gran respeto las tradiciones que desconozco. Buen camino de ida y vuelta a Bogar y a todos los demás rocieros que te lean, Amigo Pregonero.

Reyes dijo...

El Rocio no me va mucho, incluso llegué a ir una vez para ver la Virgen, pero no me atrae, reconozco que levanta pasiones, y que debe ser hermoso, pero mi sentir rociero se limita a mi hermana, llamada Rocio, y alguna parada puntual camino de Matalascañas.
Eso sí, tengo guardada la medalla del Rocio De Sanlúcar de Barrameda regalo de un sanluqueño amigo, por si algún día me animo, ya que según dice él, el camino con Sanlúcar, es otro mundo.
Y debe ser cierto.

Enrique Henares dijo...

Caridad en el corazón, lo del cambio de misterio es urgente. El Señor de las Penas se merece uno a su altura desde hace muchos años.
Por cierto, la única vez que fui al Rocío en el Rocío fue con usted. Estaba yo en el instituto y nos fuimos cuando salí de un examen de Religión (de un momento a otro va a sonar la música de Cuéntame...)

Javier Arias dijo...

No contaba con la presencia de un post dedicadao al Rocio en tu blog. Me he llevado una grata sorpresa, de verdad.
Despues de haber leido vuestras experiencias, creo que debo contaros la mia. Desde pequeño siempre me llevaron el Domingo de Rocio a verla y es cita obligada al pasar hacia la playa ir a verla y rezarle. Es una tradición que me inculcaron. Desde hace varios años me quedaba hasta el Lunes de Pentecostes, ya que anteriormente siempre me volvia con la pena de no poder verla en su mayor esplendor. Tras algunos años planteanndome hacer el camino con mis tios con Gelves, decidi el año pasao ir con Triana hasta el Rocio desde Villamanrique, dos dias para el recuerdo. Me quedó con La Raya y la noche en Palacio junto a la Carreta de Plata.
Por culpa de los examenes de estas fechas nunca he podido hacer la ida entera y este año solo podré ir el fin de semana. La satisfaccion de verla despues de dos dias de camino es indescriptible. Ya queda menos para acercarme a La Aldea. Espero y deseo este año poder estar junto a Ella al amanecer del Lunes de Pentecostes, ese es el momento que me falta en la retina. Es una pena que la persona que me enseñó a quererla ya no esté entre nosotros.

Un abrazo

Anónimo dijo...

yo no he mamado nunca el rocio de chico,ni siquiera he hecho nunca el camino....aunque alguna vivencia con amigos en ratos sueltos si que he tenido....y he de decir que en el camino se respira una convivencia y un hermanamiento especial.....creo que nunca lo haré entero,pero todos los años me seguiré un ratito a mezclarme con algunos amigos mios rocieros.....os lo recomiendo

Lucía dijo...

Nunca he sido rociera del Rocío... pero si nací en una casa rociera todo el año menos en el Rocío. Mi hermana mayor lleva su nombre, sobre mi cama los 365 días del año su medalla... y recuerdo muchas tardes en coche para ir a misa a su ermita. Entonces pensaba: no hay iglesias en Sevilla como pa tener que ir hasta el Rocío?... y con los años comprender porqué hacer tantos kilómetros. Nunca olvidaré aquel día en el Quema viendo pasar hermandades una detrás de otra, la vuelta de Sevilla por el centro... y espero este año llevarme muchos más recuerdos.

Anónimo dijo...

Tampoco soy rociera. Ni feriante, la verdad es que me llevo la palma :p.
Si he visto el paso de las carretas por ejemplo de la hermandad de Sevilla-El Salvador y hoy mismo, la de Los Palacios y Villafranca mientras hablaban de los centros bilingües...fue la nota distendida. El ambiente seguro es magnífico pero dudo que alguna vez vaya a hacer el camino.

Enrique Henares dijo...

Reflexionen señores en esta jornada, que hay mucho sobre lo que reflexionar...

Maru Serrano dijo...

Me alegro que te quedes y quieras conocer estas cosas del Rocío. Hay que vivr cada Salve, cada Rosario en las parás, cantar las sevillanas con mensajes ("Para ser buen rociero primero hay que ser cristiano y acordarse del que sufre y al tiempo echarle una mano. Llevarla en el corazón lo mismo que en el sombrero que así es como se conoce a los buenos rocieros). Hay que vivirlo

Enrique Henares dijo...

Me alegro mucho de su regreso por estos lares.

Enrique Henares dijo...

Por cierto, ayer no escuché en la misa las sevillanas que cito al final del artículo, al menos no sonaron en el punto en que suelen hacerlo. Una pena.

Anónimo dijo...

El camino es lo mejor del Rocío. Este año he hecho el camino por primera vez desde Villamanrique, y son muchas las vivencias y emociones vividas. Sin ninguna duda repetiré y haré el camino de septiembre.