24 agosto 2006

Suerte Joaquín

En medio de un verano convulso en verdiblanco, fruto de la pésima gestión de la accionista "manolitaria" y sus muñecos, se nos marcha Joaquín Sánchez al Valencia.
A pesar de sus declaraciones a destiempo de la pasada semana, es evidente que este fue un jugador que lo dio todo por las trece barras verdiblancas, sacrificando incluso su salida a otro club, en momentos en que su fútbol fresco y alegre enamoraba a media Europa.
En nuestra memoria quedarán un sinfín de desbordes de ensueño por la banda derecha, varias tardes de gloria, unas cuantas verónicas en el Calderón y su estallido de felicidad en los inolvidables días del "sentir, luchar, ganar, ... podemos" que algunos se encargaron de cortar de raíz.

18 agosto 2006

El mundo se divide en dos grandes partes

Dijo el poeta Fernando Villalón, que nació en la misma casa palacio (hoy convento) en que murió Sor Ángela, que el mundo se divide en dos grandes partes, Sevilla y Cádiz.
No faltó a la verdad sin duda porque, amén de esta tierra nuestra, pocos lugares habrá más bellos en el orbe que ese rinconcito andaluz que abarca desde los confines de Doñana hasta la Cuna de la la Libertad y de la Gracia.
Siento debilidad por esas blancas calles sanluqueñas, salpicadas de cal y de tabernas manzanilleras. No habrá en el mundo un sitio donde suenen las olas más antiguas y hermosas que en la Cruz de la Mar de Chipiona; ni veraneo más puramente sevillano que el de Rota.
Como sigue rezando tío José desde su azulejo de la Puerta Grande, no habrá tardes de toros como las del Puerto, donde las banderas se mecen por la brisa en el recuerdo del capote de Paula.
Y tampoco habrá baños como los de la Victoria, mientras las torres gemelas de la Catedral se pierden en el atardecer de la Bahía...
Tenía razón Villalón; habrá cosas bonitas, ¿quién lo duda? Pero, al menos para mí, el mundo se divide en dos grandes partes.

15 agosto 2006

El Día de la Virgen

Qué mejor día para echar a andar este blog de apuntes costumbristas que este 15 de Agosto, festividad de la Patrona de Sevilla.
Un año más acudimos al repique incesante de las campanas giraldeñas, esas que desde niño tenemos la suerte de escuchar, esta y otras muchas mañanas, desde nuestra misma casa. Un año más nos citamos con Ella en la plaza que lleva su nombre. Fue como siempre, apareció en la Puerta de los Palos y se hizo el silencio en toda la ciudad, sólo roto por el trinar de los pájaros de la amanecida. Un año más pasó ante nosotros, sobrecogió nuestro corazón y de golpe y porrazo nos devolvió a la infancia, esa en que nuestros padres nos enseñaron cómo quererla y cómo hablarle con familiaridad de nuestras cosas.
Un año más pasó la mañana de la Virgen y nuevamente me di cuenta de que sigue siendo algo muy especial en mi vida, tanto que si algún día tengo la suerte de ser padre de una niña sevillana me encantaría que se llamase como Ella.