20 noviembre 2006

Llora Noviembre

Ocurrió el pasado fin de semana, allá en San Juan de la Palma, donde nuestros recuerdos infantiles siguen jugando a la pelota a la salida del colegio, donde los Domingos evocan la ilusión en la imagen retenida de unos misteriosos romanos cubiertos de fantasmagórico modo, y donde varias espadañas vecinas se asoman, una vez al año, a ver amanecer la Semana Santa.
En la tarde oscura y fría de Noviembre, la Amargura había descendido desde el altar mayor para tender su mano hacia nosotros y acercar así a nuestra altura su celestial mirada de ojos tristes.
Dicen de este rito que supone la apertura del curso cofrade sevillano, lo cierto es que desde que quien me dio la vida, vecina muchos años de su mismo barrio, me lo enseñó, pocas veces he faltado a la cita.
La iremos presintiendo por la plaza en el olor a incienso, en ese amigo cofrade que nos cruzamos y que regresa del lugar al que acudimos, o quizás la adivinemos sorpresivamente cuando, agotada la estrechez de Regina, la encontremos en la cerámica de su azulejo, en el eterno diálogo con San Juan de cada noche de Domingo de Ramos.
En el interior del templo su presencia lo llena todo. El tiempo vuelve a detenerse cuando la miramos cara a cara, cuando su tez morena y su expresión de dolor sereno vuelven a parecernos difícilmente superables por los cánones de la belleza...
Ocurrió el pasado fin de semana, allá a San Juan de la Palma. La Amargura descendió de su camarín para regar con su llanto inconsolable este Noviembre de dolorosas enlutadas que desde entonces nos sabe a primavera.

11 comentarios:

Reyes dijo...

Tu madre y yo hablamos el mismo idioma.

Roberto Villarrica dijo...

Amigo Enrique, así es como nos va naciendo la Semana Santa por dentro sin darnos cuenta. Baja La Amargura y para muchos lo que viene a partir de ahora es ya todo distinto. Tus palabras son evocaciones de unos sentimientos tan nuestros que sólo personas como tú, que los has vivido año tras año, saben hacertar a describirlas.

Enrique Henares dijo...

Lo hermoso de estas cosas es que, pese a ser vividas año tras año, siempre ilusionan de igual manera.
Desde el pasado fin de semana varias serán las veces que acudamos por San Juan de la Palma (esa mañana de la más auténtica mudá incluida) hasta que lo hagamos, por fin, en la del mismísimo Domingo de Ramos.

Finidiblanco dijo...

Esa es la clave, pregonero, mismos acontecimientos y misma ilusión, con otros acontecimientos nos inundaría la rutina, con nuestras tradiciones esto nunca ocurrirá

del porvenir dijo...

Un paseo por Triana a ver la Virgen de la O vestida de luto con la saya y el manto de las Antúnez... no digo más

Anónimo dijo...

Gracias por mantener este blog. Me alegra descubrirlo. Para los sevilladictos que no podemos más que imaginar estas visitas a la Virgen en su capilla es un consuelo tener un ventanuco como este para verlo. Enhorabuena!

Anónimo dijo...

De mejor forma no se puede iniciar este nuevo curso cofrade, con la Virgen de la Amargura, palabras mayores.

Enrique Henares dijo...

Muchas gracias anacó. Me alegro de que te guste.
Del porvenir, suena muy bien lo de la O. Este mes sin duda propicia bellas estampas con sabor a otra época de nuestras dolorosas.

Anónimo dijo...

Desde luego costalero enmascardao tienes razón, que dos grandes dolorosas de Sevilla la Amargura y la Presentación.

Finidiblanco dijo...

tienes que escribir mas a menudo, tu publico te lo demanda

Enrique Henares dijo...

Jaja!! Muchas gracias hombre, escribo una vez por semana, que no está mal no??
De un artículo a otro ustedes opinan. Me encanta leeros y además la Amargura da para mucho, o no??