16 octubre 2006

Calentitos frente al Arco

Se empieza a presentir la pronta amanecida en el relente de la madrugada. Es noche de tertulia cofrade y de buenos amigos y no hay, a pesar de la hora, intención alguna de que deje de serlo.
Hemos vuelto a contar las mismas anécdotas que, de nuevo, nos han vuelto a hacer la misma gracia que cuando las vivimos; han surgido las mismas bromas, los mismos comentarios de siempre...
Una vez más, sin darnos cuenta, hemos cerrado unos cuantos bares, "si es que cuando empezamos a hablar de pasos no hay quien nos pare...".
Una vez más hemos vuelto a recoger esa herencia tan sevillana, tan repetida a lo largo del tiempo por distintas generaciones, de acabar la noche tomando calentitos frente al Arco de la Macarena.
Estamos "tiesos", no hay ni para chocolate, pero sí que quedan ganas de seguir riéndonos un rato más.
Ojalá que momentos como éste continúen sucediéndose durante muchos años...
(Y tanto que esto había que contarlo en el Blog...)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es usted un rancio de categoría ... no cambie !

Enrique Henares dijo...

Se hace lo que se puede...:)

Reyes dijo...

es el broche de oro a una noche de fiesta. Coincido con vos.

Anónimo dijo...

Ole,ole,ole!!! ojala se repita lo del viernes pasado muchas noches,¡vivan la tradiciones rancias como comer calentitos a las 6 y pico de la mañana!

moraodetunica dijo...

Que tradición más sevillana y que buena forma de terminar una gran tertulia entre amigos.

Porveni dijo...

Las buenas e interminables noches se acaban con unos buenos calentitos, ya sean de la Macarena el Postigo o del puente de Triana.
PD:Me uno a Juan,¡que rancio es usted pregonero! todo lo convierte en tradición o como también decimos, en clásico.

Enrique Henares dijo...

A ver señores, yo seré rancio como ustedes dicen, no lo niego, pero es que tomar calentitos después de una noche de las buenas siempre ha sido y será tradición sevillana. Lo han hecho mis padres, lo hago yo y si tengo niños algún día le recomendaré que lo hagan también.:)

José Ramón Suárez Ortiz dijo...

Tradición o no, cosa que desconozco pues, entre otras, no soy de ahí, sí es cierto que el entorno PERO, sobre todo, los precedentes, son para quitarse el sombrero. ¿Hay algo mejor en la vida que una tertulia?

Obviamente, no.

Anónimo dijo...

Indudablemente, lo de aquella noche, son detalles que nos hacen sentirnos dentro de Sevilla misma, entroncar nuestra vida con la que vivieron nuestros padres. A fin de cuentas, no es más que intentar agarrar esa Sevilla antigua que se nos escapa entre los dedos como granos de arena...(Aunque a mi no me sentaron demasiado bien los churros... jajajaja!!)

Un abrazo