07 agosto 2007

Una ciudad para volver

Rompiendo con lo habitual, que es hablar de las cosas de Sevilla desde este rinconcito de la red en el que muchos queridos amigos os citáis, y a petición popular de varios de vosotros, no tengo más remedio que contaros siquiera unas breves impresiones de mi viaje a París.
No es fácil, os lo aseguro. Me consta que sois bastantes los que la conocéis y que el resto a buen seguro la imagináis como hasta hace unos días lo hacía yo.
Hace dos veranos amplié horizontes visitando Roma; viaje inolvidable y, en cierto modo, pensaba que ciudad insuperable por mis gustos artísticos y culturales. París es diferente, es otro mundo bien distinto. Puede que de mis cuatro salidas europeas nada me haya gustado más que Roma, pero a buen seguro pocas ciudades, por no decir ninguna, más completas que París podremos encontrarnos por el mundo.
Su catedral no es superior a otras y mucho menos a la nuestra, pero tiene algo. Su río propicia estampas inolvidables. Su símbolo mayor no tiene el peso de los siglos, pero impresiona y enamora como pocos. Sus calles tienen una vida sorprendente y única, capaz de aunar la diversidad con la belleza sin que apenas se note.
Puede que el encanto de París radique en eso, en que sus barrios son tan distintos como sus gentes, en que no es necesaria la existencia de la armonía propia de otras ciudades para que nazca uno de los rincones más maravillosos del orbe.
Indudablemente, ciudad para volver.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Por desgracia no la conozco....pero,curiosidades de la vida, por cierto motivo Francia a partir de ahora también forma parte de mí. Tantas leyendas y tantas historias en torno a París y todas seguro que son certeras.
Desde luego hay que apuntarlo como visita en un fututo....junto con Estrasburgo.

Reyes dijo...

Me alegro de que hayas disfrutado.
No la conozco, pero desde luego que me la imagino tal y como la cuentas, aunque será inevitable pasear por sus calles y no recordar a los pintores hambrientos, a Napoleón o a la novela "El Perfume".

Anónimo dijo...

"Para volver", tu lo has dicho, y cada vez que vuelvas, la verás diferente.
Es como si la ciudad cambiara con el paso tiempo pero en su interior siguiera siendo la misma, igual que nos pasa a las personas.
Es una ciudad fascinante.

Lucía dijo...

Coincido totalmente. Roma es una de las ciudades más bellas del mundo por su gente, por su historia y su patrimonio. Pero París tiene ese algo que a todo el mundo engancha. Sorprende su mezcla de lo antiguo y lo moderno; lo bohemio y lo innovador.

José Luis Sánchez Domínguez dijo...

Gracias por regresar y por transmitir(nos) tus impresiones parisinas. Por cierto, ya que has estado allí, ¿por qué será eso de "la ciudad de la luz" y no tal calificativo para Sevilla? Me gustaría que me dieras tu opinión. Un abrazo, Quique. (lasnochesdeorfeo.blogspot.com: poesía, música, cine y mucho más)

Anónimo dijo...

Es la ciudad que más me ha impresionado, es espectacular y como bien dice Quique, no sólo aúna esos maravillosos monumentos que tiene, sino el encanto que percibe uno al pasear por sus avenidas y esos edificios que forman una arquitectura muy armoniosa.
Es uno de los deseos que tengo por cumplir, volver a esta gran ciudad.

Enrique Henares dijo...

Amigo José Luis, no sabría responderte. París tiene una luz encantadora, pero no le llega a la de nuestra Sevilla ni a la suela de los zapatos.

vicenteeldelasalmendras dijo...

Siento este comentario tan tardío, pero es que acabo de llegar de vacaciones´. Como algunos sabéis he estado en Roma por segunda vez, viaje que más adelante os comentaré.

Lo de París es impresionante. Con todo lo que podamos decir o que se haya dicho ya aqui, a mi de las cosas que más me impresionaron es por ejemplo estar sentado en los Jardines de Luxemburgo viendo simplemente pasar a la gente. O estar en Montmartre viendo a los pintores anónimos.

Se siente mucha envidia de la elegancia y la limpieza de esa ciudad comparándola con la nuestra tan desastrada e invadida por niñatos maleducados.

En fin...