03 marzo 2007

Viernes de Marzo en el Cautivo

Este primer viernes de Marzo que vivimos ayer sigue teniendo un sabor muy especial. El tiempo parece detenerse entre tanta polémica y debate cuaresmal y regresar a lo que siempre fueron y serán estas horas.
Esta jornada, como estos viernes cuaresmales en general, es quizás uno de esos tesoros mantenidos por las viejas costumbres y usos sevillanos. Primer viernes de Marzo y sábado siguiente en los que visitar al Dulcísimo Nazareno de San Antonio Abad; primavera presentida en el atrio, incienso y lirios, pie adelantado... Primer viernes de Marzo en la Casa de Pilatos; atardecida tenue, galerías de un hermoso patio, faroles encendidos, apunte de cuaresmas lejanas camino de la Cruz del Campo... Primer viernes de Marzo en el Tiro de Línea, en San Lorenzo, en la Puerta de Carmona...
Los viernes de Cuaresma retornan a mi mente los recuerdos de las largas colas del besapiés de Jesús Cautivo; ya no son tan largas, pero allí sigue el Cautivo, atemporal, recibiendo el peso de la devoción de una ciudad. Recuerdo regresar del colegio o del instituto y ver aquellos auténticos regueros humanos por Descalzos, por la Pila del Pato... San Ildefonso se hace la plaza principal de un pueblo; ajetreo, vendedores de recuerdos, pedigüeños que animan un paisaje diariamente tranquilo y secreto; rincón de paz donde la belleza de lo desconocido se da cita en hermosas casas de patio, en las gemelas torres de aire colonial de la parroquia, en el torno de las yemas, en el balconcito siempre cerrado, clavado en las cales del convento, desde donde el alma de Rodríguez Buzón despide a Gracia y Esperanza cada noche de Domingo de Ramos, porque Caballerizas ya no es lo que era...
El Cautivo en su templo, junto a la Virgen de los Sastres y a esa dolorosa de Astorga tan parecida a la Presentación, sigue significando mucho para estos viernes cercanos a los días soñados. Él no sabe de Semana Santa, pero sabe mucho de la verdad de la Cuaresma y también de Sevilla.

19 comentarios:

el aguaó dijo...

Recuerdos que vienen a nuestra mente y que resuenan como un eco que se pierde en la memoria, para repetirse año tras año. Ese recuerdo no es otro que el que narras en éste artículo, cuando los viernes de Cuaresma enfilaba con mi madre la Pila del Pato, para luego cruzar la pequeña calle que nos levantaba el telón de San Ildefonso, y bajo su fachada, como bien dices, regueros de personas que acudían en tropel para ver al Cautivo, largas colas expectantes y tibiezas propias de las tardes cuaresmales. Cada viernes de Cuaresma era (y es) un paso más hacia el Domingo de Ramos. El Cautivo sigue ahí, mi madre sigue yendo, y las largas colas siguen repitiéndose.

Un saludo estimado Pregonero.

Reyes dijo...

Desde luego, esperar la cola con mi abuela era la antesala de la gran semana que ya estaba a punto de llegar...

del porvenir dijo...

Uno, que es de extramuros, no es capaz de entender otro Cautivo que no sea el que desde pequeño he visto pasar cada Lunes Santo por la puerta de mi casa camino de la Campana, acompañado de las mujeres que tras Él reviven cada año el pasaja bíblico de las mujeres de Jerusalen... "no lloreis por Él, llorad por vosotras y por vuestros hijos".
Ejemplo de barrio y Hermandad que ofrecen cada año mis vecinos y amigos del Tiro de Línea.
www.elporvenirdesevilla.blogspot.com

Anónimo dijo...

También cautivo es mi Señor....Rey de la Macarena, que ha estado en besapies. Yo si que estoy cautiva en su rostro...

Enrique Henares dijo...

El Cautivo del Tiro Línea y su cofradía son el ejemplo de la fe desbordada de un barrio en la semana grande.
El de San Ildefonso es la memoria de las viejas cuaresmas. No sé por qué contemplarlo me hace reflexionar sobre como debió ser todo aquello de hace 2000 años...

Les Corts dijo...

Yo me casé un primer Viernes de Marzo ante el Gran Poder. Cosas del cainismo de esta ciudad, mi mujer del arrabal y yo de la Feria, pensamos que la mejor forma de empezar una vida en común era ante Aquel que todo lo puede y que unía nuestras devociones en una sóla.
Fue un primer Viernes de Marzo a las seis y media de la tarde y al salir de la basílica aun recuerdo a los primeros vencejos de la inminente primavera.

PS: Algunos dicen que luego estropeé la boda porque (aunque no te lo creas, querido pregonero), abandonamos el convite antes de tiempo ya que yo tenía ensayo en Mpnte-sión.

MAPP dijo...

Desde luego que Caballerizas ya no es lo que era... Aunque el año pasado volvía a reencontrarme con ella, tenía guardado el terciopelo verde en mi el altillo de mi casa, y no se siente lo mismo.

Un abrazo.

Enrique Henares dijo...

Jejeje!! Eso es arte calleferia, yo conozco unos cuantos que escriben por aquí que hubieran hecho lo mismo.

Jordi de Triana dijo...

El Señor de Sevilla seguirá mostrando su infinito amor en San Lorenzo.
El Cautivo seguirá siendo mar donde van a morir las súplicas y los lamentos de ríos de almas heridas de amor.
Los naranjos nos impregnarán de ese dulce aroma que nos anuncia el momento más esperado.
La Esperanza seguirá luciendo su belleza en ese altar de gloria en su Basílica pórtico del Cielo sevillano.
Podemos percibir el tenue murmullo por unas calles que en pocos días recorrerán nazarenos, crucificados, misterios y Marías bajo palio.
Pero tú querido amigo mío has marchado para siempre con tu negra túnica a la presencia del Señor. Este año no estarás con nosotros, para vivirlo, para sentirlo, para saborearlo o ¿acaso sí?. Por unos momentos imaginaré que uno de esos nazarenos de ruán y negro que acompañará al Señor en la Madrugada eres tú.

Caridad en el corazón dijo...

Querido pregonero me has hecho rememorar mi juventud cuando estudiaba en el instituto Velázquez.
Allí empezó mi andadura cofrade junto a mis compañeros de clase. Los viernes de cuaresmas erámos más asiduos a estar en San Idelfonso que en clase, y es que pasabamos horas contemplando la gente, conversando con ellas.
Todavía recuerdo mi descubrimiento de este encanto de plaza, en la que no te esperas el bullicio de gente; me sorpendrío tanto como cuando estuve en Italia y vi la Fontana de Trevi; tras transcurrir por estrechas callejas, y tu alma solo siente expectación y te inunda el sonido del agua, de repente aparace ante tí la grandiosidad de la fuente. La misma sensación se percibe cada viernes de cuaresma en San Idelfonso.
Añoro, ese altar de velas de votos y promesas que inundaba el altar mayor. Más de diez personas recogían las velas y como podían las iban poniendo a los pies del Señor Cautivo y quitando otras muchas pues los portavelas estaban saturados. Otros recogían los infinitos ramos de claveles rojos para plantarlos a los pies del Señor. Y cuánto oración, cuanto llanto, cuanta devoción.
Gracias pregonero por recordarnos que en Sevilla hay muchas cuaresmas asiduas a las cofradías.

Reyes dijo...

Calleferia... impresionante.
¡como se nota la luna cangrejera de los de julio...!

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

..siempre ha sido el Viernes del Cautivo y así será aunque vivamos lejos del centro o carazón mismo de SEvilla, guardaremos esa "cola" porque nunca se olvida lo que nos enseña una madre.

naranjito dijo...

Ya veremos a ver cómo está el apoyo tecnológico porque me parece a mí que en el hotel al que vamos no vamos a tener ni teléfono en las habitaciones jeje.

Cuentan las lenguas antiguas que se nos van a aparecer por allí Alfredo Landa y José Luis López Vázquez rodando una película ambientada en Benidorm :-P.

Enrique Henares dijo...

Lo peor de todo es que si no hay conexión vamos a estar tres días sin escuchar El Llamador...
Caridad en el corazón, ese encuentro sorpresivo con la fontana, tras escucharla en la lejanía durante unos segundos, es una de las visiones más hermosas de mi vida.

Les Corts dijo...

Querido pregonero:
He estado hace poco en Milán y me permito hacerte un par de recomendaciones:
-Si deseas ver "La última Cena", tienes que conseguir la cita por internet o teléfono, ya que por motivos de seguridad es la única forma de acceder. Hazlo pronto porque tienen un cupo diario.
-No dejes de visitar San Siro, te impresionará; y justo al lado en el hipódromo, no te pierdas el famoso caballo de Leonardo (basado en su original).
-Aunque por fuera La Scala te decepcionará, si puedes visitarla te alegrarás de ello. Y justo enfrente te encontrarás la Galería, a mi me encantó y la salida, dándote de cara con el Duomo es una maravilla.
-El Duomo (que para no variar seguro que te encuentras en obras) es impresionante, un neogótico donde apreciarás que no le falta detalle (siempre que te olvides de que se hizo en el siglo pasado).
-Y si puedes visita alguno de los muchos museos pictóricos de la ciudad (merecen la pena tanto por el continente como por el contenido).
Perdona la extensión y disfruta de Milán. Es una ciudad que al final te gustará más de lo que creerás al principio.
Un abrazo.

Enrique Henares dijo...

Muchísimas gracias. Una síntesis de este tipo era la que buscabamos mi primo (cera blanca al cuadril) y yo.
Ya te contaremos.

Reyes dijo...

Y aunque sea una frivolidad, no te pierdas la galeria Victorio Enmanuelle.
Por supuesto después de verlo todo.
Al lado del Duomo hay un chiringuito tipo "algodón de azúcar" de la Feria que vende helados.
Pide el de melón, ya me contarás...

Enrique Henares dijo...

Jejeje!! Seguiré vuestros consejos.
Lo de San Siro lo daba por hecho, lo del helado también porque pude comprobar en Roma que aquello de la pizza, la pasta y el helado no son mitos (tampoco lo de las italianas como ya dije en su día:P), en resumen que una corbatita nos traeremos, pero la pelea va a estar en que me cierre el boton del traje.

naranjito dijo...

Sólo una corrección ... el estadio que veremos será el Giuseppe Meazza, porque ese día juega el Inter en casa contra el Milán ... y como digamos que vamos a San Siro nos van a correr a gorrazos :-P.