Hace algún tiempo, leyendo un cuestionario de la web Sevillaclick, me llamó la atención una de las preguntas: si Sevilla fuera una calle sería...
Calles hermosas sobran en la ciudad, ahí están Mateos Gago o Doña María Coronel, cualquiera de las múltiples callejas del barrio de Santa Cruz, o esas otras cercanas pero mucho más desconocidas del barrio de San Bartolomé. Pero para mí, sin lugar a dudas, si Sevilla fuera una calle, esta no sería otra que la calle Feria, por numerosas razones.
Feria es vivo retrato de la ciudad, une dos universos; la elegancia suprema de San Juan de la Palma y la algarabía desbordada de la Macarena. Feria es sendero de blancos nazarenos en la atardecida del Domingo de los sueños, haciendo cofradía de barrio a la Amargura, mientras en la mañana del Viernes Santo es retablo de emociones con sabor a calentitos y aguardiente, sonido de tambores antiguos junto a la Sentencia y palio de infinitas plegarias.
Feria es (al menos a día de hoy) hasta Semana Santa de las vísperas. En Feria habita la Niña novia del Jueves Santo de Sevilla, cuyos rosarios son memoria eterna de un torero mejicano a quien enamoró.
Feria es en estos días procesión de gloria, Todos los Santos descendiendo a la Virgen a la ciudad de otoño, en el mes de los que ya no están.
En Feria nacen la Madre y Maestra y también, paradojas de la vida, el Pasmo de Triana. Feria es una cerveza en Vizcaíno a medio día, un apunte de lo que fuera "el Jueves", una tarde de la Cabalgata, camino del Rocío por Junio...
Feria es más Feria que nunca cuando cualquier mañana se pasea, mecedoras y muebles en las puertas de sus comercios y mujeres camino de la plaza.
Feria es sólo un trocito de ciudad, pero a partir de ella podríamos empezar a imaginar el resto.
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12 comentarios:
Precioso apunte, Enrique. Le diré a cierta persona que lo lea, que seguro que se va a emocionar.
Un abrazo
Mi calle es Doña María Coronel cuando despunta el azahar, aunque Feria es mi Virgen, mi Amargura, es mi padre y Monte-Sión, es la calle de mi música y donde vive un gran amigo, el que gasta coraza y plumas y acompaña, entre otras, por su misma calle, al Señor de la Sentencia.
Son los recuerdos de mi niñez, como una vez os conté en mi blog.
Yo que no soy de Sevilla, diré que Sevilla es más que una calle, Sevilla es para pasear y quedarse embelezada contemplando esas calles que por sí solas son un museo repleto de arte. Ese Barrio de Santa Cruz con sabor árabe-judío, esas calles tortuosas, estrechas ideadas para que el sol no haga mella en las personas que la visiten en los meses estivales.
¡Qué difícil es coger una calle en Sevilla!
Calle Feria, imprescindible para mi hermano, cuando cada Jueves Santo se viste con antifaz de terciopelo para acompañar todos los años a su Cristo y su Virgen del Rosario.
La calle Feria siempre será algo especial para mi, esas mañanas de Viernes Santo, de niña -y ya no tan niña- viendo mi hermandad.... Me gusta pasear por ella, sea o no Semana Santa.
Sevilla no cabe en una calle, el bullicio de Feria o la soledad de las calles de San Bartolomé.
¿La calle Pureza o la calle Parras?
¿La serenidad de San Vicente o lo escondido de Río de la Plata?
¿La plenitud del Paseo de Colón o la humildad enfrentada de Betis?
¿Torrijiano o la calle Rocío?
¿Mateos Gago o Santa Ángela de la Cruz?
¿Una calle que se recoge ante la presencia de un nazareno de ruan o la que se abre alegre al paso de una flamenca?
Sevilla no cabe en una calle.
Los palacetes de la zona cercana al Museo, las casas de patio sevillano de su tramo medio y los corrales de vecinos de la parte posterior a San Antonio hacían de San Vicente una calle capaz de representar a todos los estamentos de la sociedad sevillana.
Magnífico apunte iscofrade.
Porcierto,nolo he nombrado en mi anterior mensaje, desde hace unos años he descubierto "otra cara" de la calle Feria, la del Viernes Santo por la mañna viendo a la Señora de Sevilla. Es una estampa perfecta, la Virgen, la calle, el bullicio de la gente...de lo mejor de la Semana Santa.
De acuerdo contigo, Porvenir, Macarena por la calle Feria, café y calentitos, después de haber salido de nazareno y haber visto al señor de Sevilla, con el sol de la mañana dando en la cara.
Sevilla es silencio de Plaza de la Alianza, bullicio de San Jacinto, ilusión de cabalgatas en Recaredo, feria en Pascual González, río en Betis, estrechez en Placentines, amplitud en la Avenida, luz en Paseo Colón, arte taurino en Adriano, sentimiento en la Palmera, compras en Tetuán, amigos en el Polígono, deporte en María Luisa, cruz de guía en Gerona, etc, etc.
Le ha faltado a usted decir cervecita en el Salvador y en Almirante Apodaca.:P
¡siempre Tremendo!
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