Hace tiempo que tenía ganas de hacerlo. Nunca me gustó aquello de ocultarme bajo un nick, pero hace ya más de siete años que creé el de pregonero_de_sevilla para participar en aquel histórico foro El Nazareno. Eran los tiempos en que Internet –y si me apuran el mundo de las cofradías- no estaban tan envenenados como ahora. Un buen grupo de jóvenes opinábamos, discutíamos –a veces acaloradamente, pero siempre sin faltarnos el respeto- sobre asuntos relativos a nuestra Semana Santa. Nuestra presencia habitual en El Nazareno y otros foros hizo que pronto nos conociéramos personalmente, en muchos casos, como el mío, sin necesidad de acudir a quedadas ni citas semejantes, al contrario, por pura casualidad. Istar, Villarrica, Jarana, Kiski, Zanki, Moraodetúnica, y otros muchos más que quizá ni siquiera imagine, pasaron de ser un nick y un avatar a queridos amigos con los que compartir una agradable copa charlando de lo que más nos gusta. El anonimato estaba más que perdido. A diferencia de aquellos que con su comportamiento se cargaban los foros, no sólo no nos importaba, sino que nos agradaba que así fuese.
Después nacieron los blogs y en agosto de 2006 decidí abrir el mío. No cabía duda de que habría de utilizar mi nick habitual, por lo que el título no podía ser otro que El Blog de Pregonero. Casi desde primera hora incluí mi nombre en la cabecera, empezaba a no soportar eso de ser sólo un nick que, para colmo, no me convencía del todo y me resultaba petulante e inapropiado. En mi vida sólo he pronunciado un pregón, tenía once años y lo organizó mi tío Manuel en el despacho de mi padre, tras tanto escucharme declamar mis inocentes versos cofradieros los fines de semana en casa de la abuela. Aquello me colgó el sambenito entre la familia y los amigos y de ahí nace el apodo de “pregonero”, al que yo añadiría “de Sevilla”, queriendo huir –creo que sin lograrlo del todo- del aire presuntuoso que tanto temía transmitir. He de confesar públicamente que no me han faltado propuestas posteriores para pregonar, una de ellas insistente año tras año. Ni que decir tiene que tan sólo los más íntimos las conocen. Sorprendido en ocasiones, las agradecí siempre antes de declinar la amable invitación. Sinceramente, además de que me falta tiempo y me sobran prioridades ajenas a todo este mundillo, no me siento capaz de cantar aquello que no siento o no he vivido in situ. Admiro a quienes lo logran sin apenas esfuerzo, pero yo les aseguro que no soy capaz. Ojo, tampoco quiero incurrir en un hipotético futuro en eso tan cofrade del “donde dije digo, digo Diego”. Al margen de los grandes y casi ineludibles, hay pregones que por su personalidad, o simplemente, por su vinculación a debilidades personales, son un dulce caramelo para cualquiera que se crea, siquiera, con una mínima capacitación escritora. Aún así, expuesto todo lo anterior, ¿qué pintaba yo con ese nick?
Cuando el blog contaba más de dos años y un gran número de visitantes asiduos –muchos más que ahora, supongo, dada mi dejadez en la actualización- nombran a mi padre pregonero. Con la famosa entrada que vio la luz en varios medios, pese a que en su título expresaba precisamente lo contrario, muchos descubrieron el blog y algunos otros que el editor no era quien pensaban sino su hijo. Por haber, hubo hasta algún despistado que se le pasó por la cabeza que el elegido era el muchacho que escribía esos artículos sevillanos. Aquello era el remate, ya no era sólo pregonero_de_sevilla, sino también el hijo mayor del Pregonero de Sevilla. A ver quién era el guapo después de aquello que rebautizaba el blog y el nick sin que surgieran confusiones que diesen lugar a la polémica, tristemente habitual en los últimos tiempos en torno a quienes suben al atril del Maestranza. Se dio el caso, puntualmente eso sí, de que una crítica a “el Jorge Javier Vázquez de las cofradías” inserta en un artículo de opinión, publicado aquí mismo la pasada Cuaresma, fuese atribuida a mi padre en vez de a mí. Guasa –de la mala- sevillana en estado puro.
Pero el tiempo continúa transcurriendo y, Dios mediante, lo seguirá haciendo. Estoy a escasos días de cumplir treinta años y he decidido, por fin, firmar lo poco o mucho que escriba en este rincón con mi nombre y mi apellido, como hago en el periódico en el que colaboro y en cualquier otro medio que publique un texto redactado por mí. Para aclarar dudas, seguirá constando en el perfil el Núñez materno y también mi foto apurando una copa de Canasta en Carmona; incluso he incorporado algunos datos sobre mi persona para que quien aterrice por aquí me conozca más a fondo. Fuera caretas. Bienvenidos a El Blog de Enrique Henares, pregonero_de_sevilla ya es historia.
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10 comentarios:
Bueno, te iba a echar la bronca por cambiarlo pero jo, me ha encantado la entrada. Y mira que la intención de la misma no creo que sea el placer estético, como decía mi profesora de Literatura. Pero lo del pregón en el despacho de tu padre me ha encantado.
Creo que conozco algunos de los pregones que son caramelos como dices, espero verte algún día en el atril de ellos, pues sabes que también tengo vinculación con algunos.
Y al final no te echo la bronca, pues si bien yo tengo un Nick que es más público que privado, cuando me decidií a abrir mi blog cofrade, ese que tan poco cuido, hice como tú, y quise usar mi nombre, sin caretas ni avatares, tal vez por lo mismo, porque venía del mundo forero y sabía lo bueno y malo que esas cosas entrañan.
En fin, espero seguirte leyendo por muchos años, seas Enrique, Pregonero, Henares jr o cualquier cosa que se te ocurra…
Kisses
P.S. Lo del Jorge Javier ¿era mío? ¿o te lo oí y me hizo gracia?
Se acerca Ud. querido amigo y costalero, a la mejor edad de la vida, asi que esta proclamacion de identidad le viene que ni pintada.Por lo demas, pregonero o no, Ud. va a seguir siendo Enrique Henares, pues ni siquiera el dislate del orden alfabetico le afecta y yo seguire sintiendome honradisimo de contarme entre sus amistades...
Amigo pregonero, ya esta actualizada tu nueva imagen dentro del "Puerto de Sevilla" que se encuentra en mi Esfera. Saludos y a escribir mucho....
Menos mal, porque el otro día coincidí contigo en el Rinconcillo y no fui capaz de saludarte, pensaba que ya estabas alejado de la blogosfera.
Yo, imbécil de mi, que creo en el anonimato blogosférico, ya es casi imposible, hay quien conoce a la "dama" antes que a Reyes, pero es inevitable.
Me alegro mucho, de verdad. Mucho.
Un beso.
Buen cambio Henarito! un abrazo
Hola amigo Enrique, me ha encantado tu entrada en este nuevo blog.
Y una cosa que nunca olvidó, es aquel Pregón que diste con tan solo 11 años, el cual escuchamos todos en mi casa incluso mis vecinos, en un radio-casette, ponia ese Pregón como se suele decir los vello de punta, ¿lo conserva aún?. Saludos de Alberto.
Me alegro de que, en líneas generales, a todos os haya parecido correcto el "rebautizo" del blog.
Sí que lo conservo, Alberto, desde el cuadernillo azul donde está escrito con mil tachones, a la cinta de casette con la grabación, más valiosa si cabe que todas las de marchas que la rodean en el cajón.
Ni usted es para mi pregonero_de_sevilla ni tan siquiera es Enrique Henares Nuñez. A usted yo lo tengo en la lista de los amigos de categoría.
Muy buena la entrada, sí señor.
Un abrazo.
PD.: Te tengo que ver antes del 22 de diciembre, aunque te lo tengo guardado por indicaciones gatunas.
Pues con mucho gusto le seguiremos en esta nueva etapa, como no podía ser menos.
Un abrazo.
A mi me ha parecido muy buena la forma en que has hecho la transición.
Adelante.
Por cierto, en esta ocasión me despediré con mi alias del mítico foro El Nazareno al que nombras y al que muchos añoramos, y del que forme parte como forero y como moderador.
Un abrazo,
Faroldemano
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