De niño me enseñaron que es diferente al resto. Cada nuevo noviembre vuelvo a recordarlo y a sentirlo. Los versos de mi saeta apenas logran encerrar un atisbo de lo que transmite su mirada:
La tarde oscurece el alma,
el dolor se hace ternura,
y rompe a llorar en calma
la Virgen de la Amargura,
allá en San Juan de la Palma.
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6 comentarios:
La pena mas honda que inunda Sevilla. No te atreves ni a consolarla porque ¿ en que estara pensando la Virgen de la Amargura ?
Ole. Mi Virgen bonita.
La Amargura es sublime, no se puede decir más.
He creado un humilde blog espero que lo visites y que te guste http://nazarenodesanjuandelapalma.blogspot.com/
Ya pertenece usted al humilde ricon que un hermano de san juan de la palma tiene es estos sitios un abrazo
Un auténtico placer.
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