17 abril 2007

La Maestranza más secreta

El pasado viernes tuve un privilegio al alcance de muy pocas personas. Me enviaron del periódico a la Real Maestranza, para visitar su desconocido museo, con el fin de realizar un reportaje sobre el mismo para el especial de Feria. La cita, una visita guiada, estaba concertada a las 9,15 de la mañana, antes de la apertura al público.
El museo recorre la historia de la tauromaquia local desde el siglo XVIII a nuestros días, pasando por la época de Goya y por los años dorados de la dualidad sevillana entre Joselito y Juan Belmonte, a comienzos del XX.
Pero como ya he señalado en el artículo, que en pocos días verá la luz, sin lugar a dudas, lo más interesante de la visita no es este curioso itinerario por las cuatro salas expositivas. Cuando Natalia, la señorita que me explicó hasta el más mínimo detalle del museo, me invitaba a visitar la pequeña capilla del patio de cuadrillas, sentí que veinte años acudiendo a ver toros en nuestra plaza no son los suficientes para conocerla.
A pocos metros, junto a la cuadra, se oían los primeros preparativos para la novillada que, horas más tarde, abriría el ciclo continuado de festejos. En el interior, quietud entre paredes blancas, la diminuta talla de la Virgen de los Dolores presidiendo; azulejos del Señor, de la Macarena, de la Caridad del Baratillo y dos velas rizadas, a buen seguro provenientes del paso de palio de esta ilustre vecina. Llaman nuestra atención otros tres azulejos con versos de poetas sevillanos: Rodríguez Buzón, Caro Romero y Manolo Lozano, alusivos a esos instantes mágicos, previos al inicio del paseíllo. En un rincón reposa un misterioso botijo de barro, Natalia soluciona nuestra duda, es el llamado "botijo del miedo", con el que los toreros refrescan la garganta seca antes de pisar el albero liados en el capote de paseo.
La belleza de este lugar se antoja insuperable, pero no lo es; apurada la escalera de uno de los accesos, pocas estampas más hermosas podremos contemplar en nuestra vida que la de una Maestranza solitaria y serena, cubierta por un cielo claro en el que el sol, por lo temprano aún de la hora, no ha terminado de imponerse en plenitud. Visión inesperada, sorpresiva, capaz de aunar la belleza propia del rincón en que nos encontramos, cuna y cima del toreo, con un sabor de secreto patio sevillano al descubrir tan despoblados sus tendidos.
De regreso, por las calles de ese pueblo que es el Arenal por las mañanas, pensamos que a eso de las 6, cuando acudamos a los toros, nos parecerá mentira haberla disfrutado de esta forma tan inusual. Así ocurrió y así ocurrirá desde entonces.

22 comentarios:

el aguaó dijo...

Por algo se le llama "el templo del toreo". Si tus artículos periodísticos tienen la misma calidad que los que plasmas aquí, querido amigo, a buen seguro recibirás muchas cartas de felicitación.

Enhorabuena. Un abrazo.

Anónimo dijo...

si no es mucho preguntar....¿donde puedo leer tal articulo?

del porvenir dijo...

Cuando visité el museo, terminamos la visita viendo los corrales y salimos por el chiquero hasta la plaza. Hasta así da miedo plantarse en los medios, así que sabiendo lo que se encierra detrás del portón...

Kiski dijo...

Gran lugar este templo del correo.

En mi tercera visita he adquirido una costumbre: esperar en el patio de cuadrillas la salida de los toreros.

La Maestranza rebosa algo que no sé definir pero que creo que todos lo sienten.

Un Saludo

Enrique Henares dijo...

Amigo siemprefinito, colaboro desde hace unos meses como redactor de los periódicos del Grupo Casco Antiguo, como sabrás cada distrito sevillano cuenta con el suyo.
En este caso el artículo sobre el museo de la Maestranza aparecerá recogido en el especial de Feria.
El periódico se suele distribuir por comercios y centros culturales, pero en este caso al ser un especial creo que también se repartirá por el real.

Finidiblanco dijo...

Hace poco vi el museo de la plaza de Ronda, también precioso.

Anónimo dijo...

muchas gracias....intentaré hacerme con un ejemplar

Reyes dijo...

Hace cosa de un mes también tuve la oportunidad de entrar en la Maestranza, para verla bien, sola y hacer fotos, ¿Recuerdas una entrada mía llamada "Primavera" donde salía una foto de un farol?
Pues fue allí.
La soledad, los colores y volver a ver la puerta donde siempre estaba mi abuelo me dejaron "herida de muerte".

Siempre leo "Casco Antiguo", porque me gusta Garmendía, te buscaré en el próximo ejemplar, pero ten por seguro que te habré leido, es un periodico que me gusta mucho, por breve y sevillano.

Enrique Henares dijo...

Si has leído la sección titulada "de cofradías" durante esta Cuaresma ya me habrás leído.
Me encantó esa foto que dices.

Raúl Ramírez dijo...

Parece mentira pero nunca he pisado la Maestranza. No la conozco. Tengo una cita pendiente que bien cuenta dejaré en mi blog. Después de leerte la no puedo demorarla más.

Les Corts dijo...

"Así ocurrió y así ocurrirá...".

Así ocurrió un 12 de Octubre de hace más de veinte años con Don Manuel Vázquez, y así ocurrirá algún día con Enrique Ponce, (de momento, de este año mejor no hablar).

PS: Algunos costales parece que tienen escrito el Corán, ¿o me lo parece a mí?, je, je.

Un abrazo

Enrique Henares dijo...

Jejeje!! No tiene usted guasa...
Le eché de menos en la desarmá y en la postdesarmá en el Rinconcillo.

Reyes dijo...

¿como podéis ir a los toros?, ¿cómo conseguís entradas? ¿He leido el rinconcillo?...

Les Corts dijo...

Querido pregonero:

Estuve antes de que llegarás, pero es que también tenía desarmá en San Julían y de primera sólo estábamos tres.
Lo que siento de verdad es el rinconcillo.

Para Dama: El truco está en comprarse un abono entre varios y cada día va uno a los toros.

Enrique Henares dijo...

Yo voy a través de Tertulia Taurina Universitaria, se pagan 15 euros anuales y puedes elegir entre varios lotes de 7 festejos (55 euros en total). Cuando mi padre no puede ir con su abono por motivos de trabajo también lo aprovecho.
En cualquier caso dama, sacando con tiempo en taquilla las entradas de los días que te interesen no hay problema ninguno.

Lucía dijo...

La verdad es que Sevilla sigue teniendo muchos lugares y rincones por descubrir. Incluso para los más sevillanos, los de toda la vida.
Pensaba que este año había descubierto las entrañas de la Maestranza, pero ya veo que aún me queda mucho por descubrir.
Por cierto, pregonero, seguimos usando estos días tu "escalera secreta" para la salida de la Plaza...
Nos vemos por los toros o bajo los farolillos, supongo.

Kiski dijo...

Buena escalera esa, la próxima vez que vaya a la Grada Especial (o que acabe la corrida allí, que no es lo mismo) la usaré, porque te anotas un tanto (como bien hizo el Pregonero) que queda que ni pintado...

Un Saludo

Lucía dijo...

Para tanto el que se ha apuntado la Maestranza. Cierran la puerta con llave! oohh... será que ya se había convertido en un privilegio de muchos.

Enrique Henares dijo...

Llegan las tardes de lleno y se empiezan a perder esos privilegios, sobre de todo el de poder sentarnos comodos.

Lucía dijo...

¿Que le pasará a mi sitio que el de delante mía nunca lo venden...? Puede haber lleno, no verse ni un hueco libre. Pero el de justo delante mía, siempre vacío. Eso es suerte(?).

Enrique Henares dijo...

Pues la verdad es que sí, que es suerte, el año que viene me cuentas como lo haces, jeje!!

Anónimo dijo...

Pues la verdad es que la Real Maestranza vista desde el balcón del príncipe si que impone, sobre todo cuando está atardeciendo y sin nada que turbe la plaza.
De nuevo, enhorabuena pregonero.