08 julio 2009
San Fermín 2001
Desde niño, por estos días, tengo una sana costumbre compartida con varios amigos y que a otros les cuesta asimilar. Aún sin tener por qué madrugar entresemana -no es el caso de este año ni de otros muchos- mi despertador suena bien temprano, sábado o domingo inclusive, para disfrutar de los encierros de San Fermín.
La retransmisión de Televisión Española -desde el pasado año me he pasado a la de Cuatro- me hizo familiarizarme durante toda una década, no sólo con los anuncios publicitarios navarros o sanfermineros, sino también con el conjunto de viejas calles de una ciudad norteña -Pamplona- que, aunque sólo fuese por servir de marco a esos encierros con los que, año tras año, arrancaba para mí la temporada veraniega, deseaba conocer.
A veces los sueños se cumplen. Pasada la Feria de 2001, un amigo y compañero en el grupo joven de las Penas nos sorprende diciendo que contamos con alojamiento gratuito para San Fermín en un piso de chicas estudiantes situado en la mejor zona de la ciudad, muy cerca de la Universidad de Navarra. Recién terminados los exámenes de primero de carrera, allá que nos fuimos el 6 de julio (día del chupinazo), con los sacos de dormir, lo justo de ropa en la mochila y un bocata para el tren a cuestas, en un Talgo camino de Zaragoza. Tras un breve paseo por la capital maña, llegamos a Pamplona, a bordo de otro tren lleno de cafres, en la anochecida del primer día de las fiestas. Apenas sobrepasamos las 48 horas allí (el dinero no daba para más), malcomimos y de dormir ni hablamos. Pero, casi sin esperarlo, tuvimos el honor de disfrutar del ambientillo que rodea al encierro y sus preliminares y de las tardes de charanga por el centro, mientras en la plaza se celebran las corridas de toros. La noche, todo sea dicho, se vivió también, pero no me resultó especialmente recomendable. Parecía increíble, pero estábamos formando parte de lo que tantos años llevábamos viendo por la tele, mañana tras mañana de primeros de julio.
Hace poco, por tuenti, vimos algunas fotos de aquellos días inolvidables. Casi irreconocibles, con menos kilos, más pelo y lo que es peor, con sólo veinte añitos, nuestras caras en la calle Estafeta con el pañuelico rojo al cuello reflejaban la felicidad de estar viviendo algo histórico. Es difícil volver, y más aún hacerlo en las condiciones -mucho más cómodas y pretenciosas- en que uno desearía hacerlo ahora. Nunca se sabe... Al menos, mis cinco amigos y yo, siempre podremos decir que estuvimos en Pamplona durante los Sanfermines de 2001.
Nota a posteriori: a Daniel Jimeno, que se dejó la vida en el encierro del 10 de julio de 2009, tras ser corneado en el cuello por el toro 'Capuchino', de Jandilla.
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10 comentarios:
Siempre quedarán en el recuerdo esos días, "aquello" que oímos en un viejo walkman para conciliar el sueño en un saco de dormir, las hordas gallegas y un sinfín de anécdotas más.
PD: Lo de los kilos de menos por mí seguro que no va :-P.
de la Cuatro te gustará la presentadora que está de aquí dte espero je, je..., porque el comentaristas "de toda la vida" de la Primera es insuperable
Ya somos dos, todos los años me levanto a ver los encierros, y daría mi reino por verlos con mis propios ojos.
Para que engañarnos, la muchacha es "una jartá simpática" y más alegre que el austero de la Primera, que ciertamente debe ser el tío que mejor conoce el encierro de Pamplona.
Como sabréis de sobra ya a estas horas, Capuchino, de Jandilla, ha matado de una cornada en el cuello a un joven madrileño de 27 años. En unas horas abrirá la sexta de San Fermín. El Fandi es el torero al que ha correspondido "en suerte".
Forman parte de mi rutina, y cuando me pilla en el coche camino del trabajo... por la radio suena de lujo... como los espárragos de Navarra...
;-)
Antonio
P.D. Como dice del porvenir... como pronuncia ese hombre...'calle estafeta' no lo hace nadie...
Los san fermines, el tour de Francia después de comer , esencia veraniega a tope no ?
Vaya, discrepo un poco. No sé porqué, respeto la fiesta pero no me acaba de gustar… Mi hermano si es de los que se levanta para ver los encierros y al tener mi familia amigos en Pamplona, creo que el año que viene o como muy tarde el otro andaré por allí. Soy bastante de adaptarme a las fiestas y seguro que no lo paso mal, pero ya te digo, así de entrada no me llama…
Kisses
Pregonero aqui hay que hacer algo pero ya!!que nos quieren quitar la fiesta de los toros.Tenemos que recoger firmas o algo,como los catalanes,pero a favor de el arte de la tauromaquia.No podesmos quedarnos de brazos cruzados.Pregonero haz algo!!!
saludos
Tan gracioso como siempre...
Nunca se me olvidará ese viaje, nuestros amigos madrileños, gallegos... las tardes de charanga fueron inolvidables y el encierro subidón de adrenalina.
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