05 febrero 2008

La iglesia, la taberna y la calle


"La puerta de la iglesia de San Benito tiene una taberna enfrente. Están al hilo el mostrador de la taberna y la nave de la iglesia. Son casi iguales las puertas; y la calle que atraviesa, de tan estrecha, apenas es linde y frontera entre los dos lugares". Así describía el genial Núñez de Herrera el entorno. Hoy ya no existe esa taberna, ni la calle es tan estrecha, más bien todo lo contrario. Hoy ya Pilatos no se asoma por sorpresa, temprana la tarde, a aquel viejo mostrador de barrio. Pero, pese a todo, sigue existiendo una Semana Santa diferente en la Calzá.
Siempre lo vislumbré como un espacio único, cercano a casa, algo más allá de San Esteban, de la frontera de la Puerta Carmona, pero a la vez lejano tras ese viejo puente bajo el que pasábamos en coche, las tardes de verano, al volver de la piscina.
Recuerdo aquella mañana de Martes Santo en la que acudí con mi padre a visitar los pasos; era una iglesia desconocida para mí, curiosa con esa empinada rampa que cubre por unos días los escalones con los que habitualmente te recibe. Sorprendía imaginar que aquel barco dorado salía por esa puerta tan pequeña y hacia una calle tan estrecha, una calle tan estrecha junto a una de las principales arterias de la ciudad, parecía raro, pero a la vez hermoso.
Recuerdo que los Martes Santos eran especiales. Tras pasar Santa Cruz por la sillas, me llevaban mis tíos siempre al mismo lugar, aquella frontera de la Puerta Carmona, donde San Benito ya no era el estallido de alegría de la atardecida en la Campana. La noche la convertía en una larga hilera de luz entre el bullicio de la calle San Esteban; largas filas, morados antifaces, jacaranda en la jarra de sus escudos y pequeños nazarenitos agachados, buscando combatir su cansancio y su aburrimiento jugando con la cera. Detalles y recuerdos como estos me hicieron comenzar a ver San Benito, desde muy temprana edad, como una de esas cofradías que siempre tienes ganas de volver a reencontrar.
Recuerdo como en esas noches de mi infancia, de pronto, aparecían esos ciriales, sencillos y personalísimos, anunciando la llegada del paso de la Presentación al Pueblo a los sones inolvidables de Arahal. Recuerdo verlo perderse en la lejanía, subiendo por última vez un puente que los mayores me habían contado que iba a desaparecer...
Hoy la Calzada ya no es lo que era, pero a pesar de todo sigue manteniendo mucho de su esencia. Sigue teniendo alguna vieja tasca como la referida por Núñez de Herrera, no tiene calle estrecha para que Pilatos se asome, temprana la tarde, pero sigue teniendo una cofradía de un sabor especial, a la que todos esperamos con ilusión cuando se va acercando el día grande de su barrio.

21 comentarios:

Lucía dijo...

Esperemos que este año luzca el sol el Martes Santo.

naranjito dijo...

No sé yo qué decirte sabiendo quien saca un paso el Martes Santo :-P.

Enrique Henares dijo...

Jajaja!!
Por cierto, usted solía estar presente en esos regresos de San Benito de los Martes Santos de nuestra infancia. A ver si este año los revivimos...

Javier Arias dijo...

que mamones...que biene scribes pregonero!!! a ver si os parais tambien en el Crucificado eh

naranjito dijo...

Cierto es. Recuerdo yo ver el Pilatos antes de subir el puente después de salir de las sillas.

dgyz dijo...

Magnífico querido pregonero, la verdad que me encanta leerte siempre.

Saludos.

orfila dijo...

Ésta es de las cofradías, que cuando la meteorología se vuelve atea, deja "coja" a la semana Santa.

Es una debilidad. Y es la única, (aparte de la mía) que veo el Miércoles Santo, en "aquella frontera de la Puerta Carmona".

Maravilloso el texto, Pregonero.

Anónimo dijo...

Pues más que al Pilatos y al Cristo de la Presentación, a mi me gusta contemplar de esta Hermandad al bellísimo Cristo de la Sangre, sin dudas el que mejor anda de la Hermandad, y a su Santísima Madre en ese grandioso palio, para mi gusto, el más bello de nuestra Semana Santa. Una pena que el capataz no sea capaz de llevar con señorío semejante palio. ¡Qué belleza!

Anónimo dijo...

La plasticidad de tu texto me ha hecho ver la taberna y a los parroquianos que pudieron disfrutar de ese momento que se disfuminó en el tiempo pero que tu prosa ha sido capaz de rescatar para nosotros.

Gracias Pregonero.

el aguaó dijo...

Sencillamente extraordinario. San Benito es algo especial.

Izquierdo por delante, belleza, armonía y sabor de barrio.

Ya te diré lo que siente mi hermana al leer tu texto, nazarena de esta Hermandad.

Cuando llegue nuestra amiga Dama también se emocionará.

Que digo yo una cosa (como dice mi madre...), cuando vayas al Maestranza lo único que tienes que hacer es reunir tus entradas.

Enhorabuena. Un abrazo.

Reyes dijo...

Áquí a mi lado hay alguien emocionado, gracias.
Mi madre, nacida en el barrio, revive su vida el Martes Santo, se reencuentra con sus vecinas, mis suegros consideran el Martes Santo como el día grande del año.
Ellos aún viven en el barrio, un barrio como decía Pascual González "Que ya no es barrio siquiera".
Mis hijos, nazarenos, el pequeño bautizado delante del paso de la Virgen un sábado de pasión, (El mayor, en San Juan de la Palma...) mis tías, mis amigos, ex músicos de la banda, mi cuñado, costalero antológico,y mi marido.
Él es de poco exteriorizar sus sentimientos pero te aseguro que viendo su paso, su gente y recordando su niñez, se le llenan los ojos de lágrimas.
Yo soy de otras hermandades pero reconozco que San Benito es especial, además me casé allí, y gracias a la Coronación de la Virgen pudo ser posible que ese hecho se produjese.
No hay paso mas hermoso dándole
el sol y además está tan vinculado a mi gente que no puedo por menos que reconocer que pertenece a mi vida.
Gracias, pregonero.

Enrique Henares dijo...

Gracias a ti y a tu marido por ser padres de dos de esos nazarenitos de morado terciopelo y jacaranda, como aquellos que veía en mi infancia, de regreso a San Benito por la Puerta Carmona.

Híspalis dijo...

Pásate por mi blog para recoger un pequeño detalle. Gracias y un abrazo.

aiNOha dijo...

Un texto precioso. Adoro San Benito, me encanta La presentación al pueblo, no hay año que me lo pierda a la vuelta, las horas esperando la hermandad, acompañando a algún que otro vecino pa que no se aburra mucho...
Una semana santa pa mi, sin San Benito, sea quea coja.
Ojalá luzca el sol, no solo el Martes, si no toda la semana.

Besos

aiNOha dijo...

El placer ha sido mio Pregonero.
Te enlazo yo también ^^

Un besito

Alvaro Pastor Alés dijo...

Bien Pregonero me acabas de recordar que el Martes Santo existe Semana Santa mas allá de la Judería, y muy buena por cierto.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Como joven del Centro de la Ciudad, eran las cofradías del Centro las que mas veía y me gustaban.

Un Martes Santo de hace bastantes años descubrí San Benito por la calle Aguilas y desde entonces no he faltado.

Me gusta el calor del pueblo que envuelve a esta cofradía. Me parece grandioso el primer paso, y la Virgen de la Encarnación es una de mis Dolorosas preferidas. Me conmueve su expresión de dolor.

Creo que es el primer tiempo de la Sinfonía que continua en la Madrugada del Viernes Santo junto a un Arco.

Un Saludo, Pregonero y gracias por tus escritos.

el aguaó dijo...

Te dije que te diría que sintió mi hermana.

Sencillamente dejó escapar lágrimas de emoción.

Gracias. De parte de ella y de parte mía.

Un abrazo.

Enrique Henares dijo...

No sabéis lo que significa para mi ver que os transmito estos sentimientos.
Las gracias a vosotros, poco interés tendrían mis palabras si nadie las leyera.

Antonio dijo...

Que ya no es barrio siquiera...

Perdimos la estrechez de la calle...

Grande grande la entrada, que pone el nudo en la garganta recordando las coplas de las tabernas...

saludos
Antonio

Anónimo dijo...

Por fín..n. hallo referencia a la taberna de mi abuelo. Sí, sí... esa taberna a la que se hace referencia era de mi abuelo. De La Calzá, añoramos también el encanto que tenía el entorno en esos años pasados con el puente y la calle estrecha. Pero el martes santo- calle oriente- San Benito sigue siendo únicos.
Por cierto, de qué libro se ha extraído el texto mencionado (de Núñez de Herrera)?

Gracias.